Historia de la Hermandad

La hermandad del Stmo. Cristo de la Expiración, Señor de la Misericordia se funda durante el primer tercio del pasado siglo XX estableciendo su sede canónica en la parroquia de San Juan Bautista. A la hora de ponerla en marcha, sus fundadores fijan su mirada en la cofradía de la Expiración de Jaén de la que toman como modelo además de la jornada para procesionar (Jueves Santo), su emblema, hábito y muy posiblemente (testimonios orales de quienes participaron de ello así lo aseguraron) sus estatutos.

Los primeros aportes documentales los encontramos en el periodico "Arjona", en el mes de Marzo de 1927 donde se informa de una obra de teatro llevada a cabo a beneficio de la Hermandad en la que además, se hace referencia a la inminencia de la celebración de sus cultos cuaresmales.

Los estatutos más antiguos que se conservan son de 1952, fechados el 20 de enero, en que fue reorganizada tras la Guerra Civil. Dicha reorganización se gestó a instancias del entonces Alcalde, Enrique Gómez Lanagrán y el Prior de San Juan, D. Juan Antonio León García, en una reunión celebrada en el Ayuntamiento el día 6 de enero de ese mismo año, encargándose de la confección de los estatutos Basilio Ramos Serrano; el 20 de ese mismo mes y año se aprueban dichos estatutos y se envían al Obispado para su legalización.

Durante los años cincuenta y setenta la Hermandad vivio unos años de gran esplendor, caracterizándose la procesión por su solemnidad y recogimiento. 

A partir de mediados de los setenta o quizás el inicio, la decadencia de la Hermandad es manifiesta y solo la constancia y el empeño de dos personas a las que las Hermandad le estará eternamente agradecida como fueron Juan Pérez, Juan Manuel Montero y Juan Sánchez, se pudo seguir adelante y la Hermandad no desapareció.

El hueco generacional que se produjo propició el declive de la Hermandad hasta el extremo que se plateó su continuidad siendo párroco de San Juan, D. Manuel Peña Garrido, ya que ni la procesión, que era con el quinario la única actividad, se hacía con la suficiente dignidad.

En el año 1993 y con la restauración de la imagen, muy deteriorada por el mal trato a que se había sometido, se ponen las pautas para un resurgir de la Hermandad, con nuevas personas en la Junta de Gobierno, junto a las que ya estaban antes, se le da un impulso nuevo y es en 1994, cuando se comienza a dignificar la Hermandad a través de la procesión del Jueves Santo.

Ese año la procesión salió precedida de un tambor o caja, y tras la imagen la banda local de Música, dirigida por Ildefonso Cañizares Garrido, “Meloja”, resultando la misma muy lucida y con gran recogimiento, por lo que, tomándose como pauta esta referencia se intentó su reorganización, por los dos hermanos antes citados y ayudados por algunos hermanos jóvenes más.

Ya en el año 1995, y viéndose que la respuesta seguía siendo positiva, que el número de cofrades había crecido, pues ya eran ciento quince, y que la procesión de Jueves Santo había superado en organización y asistencia en número de penitentes del año anterior, tras la procesión se pensó en una reunión, que no tuvo lugar,  y en la que se nombraría Junta Directiva y Hermano Mayor para el próximo año.

Esta reunión se pospuso a instancias del Párroco, D. Julio Millán, para que fuera una Asamblea General, necesaria para la presentación de los Estatutos de la Hermandad en el Obispado de Jaén, para proceder a su aprobación.

El sorprendente traslado de D. Julio Millán a Jaén, a la Parroquia de Santa Isabel, dejó en suspenso dicha Asamblea, no celebrándose hasta el día cinco de Septiembre de 1.995, en los salones de la Parroquia de San Juan.

Para estas fechas ya había tomado posesión el nuevo Párroco, D. Manuel José Cámara Valenzuela, de Torredonjimeno, y procedente de la Parroquia de Higuera de Arjona, mucho más exigente con la línea del Obispo de Jaén, D. Santiago García Aracil, el cual no admite las decisiones de la Asamblea General, si, como contempla el estatuto base, no hay un “quórum” del 25% de los Hermanos con derecho a voto. Una carta de socorro dirigida, días antes, a los hermanos de pleno derecho,  da resultado y asisten 46 de los 103 existentes. dándose el siguiente resultado en la votación de los nuevos estatutos:

Votos emitidos.- 42, Votos favorables.- 38, Votos en blanco.- 4 Abstenciones.-4, quedando aprobados por amplía mayoría y siendo ratificados por la delegación diocesana de Hermandades y Cofradías el 29 de Noviembre de 1995.

El paso procesional, de Garcés de Valencia de 1944 también es modificado, primero con ruedas, y posteriormente, en 1996, adosándole una canastilla, al calvario ya existente, colocándosele tres varales para ser portado por 30 anderos, sufriendo una segunda transformación para aligerarlo en 1998.

El Jueves Santo de 1998 con todos los preparativos dispuestos para sacar la procesión, se presentó una noche de viento y agua que impidió la salida de la misma, por lo que los hermanos y el capellán D. Andrés Segura Moya hicieron un Vía Crucis en la iglesia de San Juan en sustitución de la procesión.

Aquella misma noche, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, a través de su secretario Juan Antonio Lozano Barranco y su vocal de culto y religiosidad, Rafael Jerez Romera, exponen a la Hermandad del Cristo de la Expiración la posibilidad de procesionar al día siguiente, Viernes Santo, en su estación de penitencia. Reunida la Junta de Gobierno de ésta, deciden salir el Viernes por la mañana, caso insólito, al menos en los últimos sesenta años, así pues al día siguiente y a las diez de la mañana el desfile procesional estuvo formado por la imagen de Nuestro Padre Jesús, que estrenaba trono procesional, llevándose a costal, al estilo sevillano, el Cristo de la Expiración, llevado a hombros como en años anteriores y la Virgen de los Dolores cerrando la procesión, que resultó muy lucida, aunque al final la lluvia volvió a hacer acto de presencia, teniéndose que acelerar su entrada a partir de la calle Trinidad.

La novedad que presentó este año la Hermandad del Cristo de la Expiración, fue, la de que los hermanos nazarenos portaran unos faroles de mano para evitar que se apagasen las velas por culpa del viento.

Estos faroles fueron realizados por el artesano Juan Cortés Poseu, y llevaban en cada uno de los cristales la insignia de la Hermandad y la lectura circundando la misma que decía  “Hdad. del Stmo. Cristo de la Expiración, Señor de la Misericordia. Arjona”.

Las procesiones de los años sucesivos además de incorporar nuevos enseres como el guión de la Hermandad o los hachones y la campana de las andas, ha seguido la misma linea de austeridad y recogimiento aumentada aún mas si cabe con el apagado de luces y el doblar de las campanas a la salida del templo del Cristo.

El 13 de Marzo de 2010 se produjo la bendición de la tan ansiada casa-hermandad ubicada en el Nº 35 de la calle Cañuelo de nuestra ciudad. Dicho acto estuvo presidido por Rvdo. Sr. Don Pablo Luis Armero, capellán de la Hermandad y nuestro paisano el Franciscano Fray Joaquín Pacheco Galán.

Debido al cierre de la Iglesia de San Juan Bautista tras el Quinario del año 2010, la Hermandad se vio obligada a un exilio, trasladando en un primer momento la imagen titular hasta la Iglesia de San Martín de Tours donde permaneció hasta enero de 2012 cuando fue reubicada en la Iglesia de Santa María del Alcázar  templo desde donde realizó su salida procesional hasta el año 2014.

El 4 de Octubre de 2014 se reabría al culto la sede canónica de la Hermandad, la Iglesia de San Juan Bautista donde actualmente nuestro Titular vuelve a recibir culto durante todo el año y desde donde realiza su salida procesional cada Jueves Santo.